Gracias a los vuelos Ryanair, y pudiendo hacer coincidir las fechas de los vuelos con los días en los que podemos viajar, la opción de Marrakech es sin duda una escapada muy exequible en la que podréis sumergiros en otra cultura tan diferente de la nuestra, sin alejaros demasiado de España.
Aqui os voy a recomendar un par de sititos donde degustar a buen precio las especialidades de la gastronomía local; pero antes os voy a hablar de la comida marroquí...
Los platos típicos imprescindibles para quien visite estas tierras son sin dudas los cuscús y los tajines.
El cuscús se suele acompañar con guisos de pollo y cordero, calabacines, zanahorias, tomates, patatas.
Los tajines, que se sirven en las típicas ollas de tapa cónica (foto abajo), son sabrosos estofados que muchas veces mezclan sabores contrastantes.
Algunas de estas combinaciones pueden ser la de cordero con dátiles y albericoque, o la de buey con almendras y huevos duros. Uno de los más comunes es el de pollo con limón y aceitunas (djej maqallí), riquísimo!!!
El que más me gustó, porque diferente respecto a los demás estofados y verduras, fue el Tajine de Kefta, donde los ingredientes principales son la carne picada y el huevo.
Me gustó tanto que me prometí intentar hacerlo, aún no me he puesto...pero os contaré la receta.
Otro plato típico es la pastilla: con pechuga de paloma (o pollo) molida, mezclado con azafrán, canela, huevo, especias, almendras entre capas de una pasta crujiente llamada warkha. Todo espolvereado con azúcar glas. Bueno, pero para nuestros paladares más adecuado como "postre" que como plato principal.
El primer sitio que os recomiendo es el CHEZ CHEGROUNI, situado en la misma Jemaa-el-Fna, la plaza más importante de Marruecos, con una terraza super bonita con vistas a la misma plaza. El sitio ideal para contemplar el ajetreo nocturno, que empieza ya al anochecer....el mejor momento para tener una mesita en este restaurante. Para acompañar la comida tomad el jugo de aguacate, es absolutamente adictivo, exquisito!
Vayais donde vayais, pedid como entrante una ensalada marroquí (tomates, pepinos, aceitunas, cebolla) para comer algo mientras esperéis los platos ordenados...porque sí, no hay que ponerse nerviosos con los tiempos de espera..."la prisa mata" es el refrán por excelencia, con ésto lo digo todo...
Los dulces merecen un apartado propio: con pasta filo, miel, datiles, higos, almendras, pistachos...en la Plaza Jemaa-el-Fna tendréis mucha elección...y acompañarlos con un té de menta, por supuesto.
Durante el día no os perdáis los zumos de naranjas (pero los hay también de otros sabores) de los vendedores de la plaza que tal como los encantadores de serpientes y los acróbatas, forman parte del paisaje de Jemaa-el-Fna.
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